Julio Sosa, homenajes en Bahía Blanca a 50 años de su fallecimiento
A 50 años de la desaparición física del Varón del Tango, Dandy Producciones y su Ciclo "Bahía Blanca no Olvida" homenajearán a Julio Sosa con variadas actividades en la ciudad que se desarrollarán entre el 22 y el 26 de Noviembre.
El comienzo de los homenajes tuvo lugar en el Café Histórico con un espectáculo nutrido de artistas bahienses admiradores del cantor uruguayo: Gaby "La voz sensual del tango", Juan Carlos Deambrosi y Santiago Pérez; desde las 21,30 hs.
El domingo 23 desde las 9 de la mañana, el programa "La Fama es Puro Cuento" al aire por Radio Mitre de Bahía Blanca (FM 100.3) realizó una emisión especial dedicada a este gran artista.
El martes 25 a las 18 hs se proyectará en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera (Zelarrayán 560) un documental sobre su vida y obra realizado por el Vicepresidente de la Academia Nacional del Tango, Gabriel Soria; Mariel Estrada realizará una semblanza de Sosa y Gloria Falappa, cantante de nuestra ciudad, matizará la tarde con algunos tangos.
El miércoles 26 de noviembre, a las 17 hs, se colocará una plaqueta homenaje en el Café "LA MORENITA" del personal barrio Villa Mitre (intersección de las calles Alberdi y Washington) pronto a cumplir 95 años.
El Bar La Morenita fue fundado en 1920 por el español Antonio González. "Le pusieron La Morenita porque mi papá vendía ese café en distintos almacenes de Bahía y Punta Alta. En aquellos tiempos --explicó hace unos años Leopoldo, hijo del fundador, para el diario La Nueva Provincia-- utilizaba una máquina grande de dos poleas, con una tolva grande arriba".
Este bar de fieles clientes que contó en ocasiones con espectáculos de tango, vuelve a ser escenario de la música ciudadana para recordar al varón del tango que pasó por nuestra ciudad en octubre de 1962, cuando, con 36 años, era el cantante más exitoso de su tiempo y uno de los grandes convocadores de multitudes. Aquel mes llegó a Bahía Blanca contratado por LU2 radio Bahía Blanca, donde actuó durante dos días en su Fonoplatea de calle Sarmiento 64. También cantó en los clubes Olimpo y Almafuerte, en todos los casos acompañado por la orquesta de Leopoldo Federico.
“Estoy feliz de poder participar de este homenaje –expresó Gaby- porque Julio Sosa fue mi primer referente. Cuando uno empieza a escuchar más intérpretes, con tiempo y dedicación, rescata cosas de muchos artistas… pero a mí Sosa me marcó muchísimo. Los primeros tangos que canté tienen que ver con Sosa, muchos de los que integran mis discos; la importancia que le doy a la actuación, al fraseo, a la expresión de la letra como si hablara en una conversación coloquial con un amigo, tienen bastante del varón del tango”.
El próximo 26 de noviembre se cumplirán 50 años del fallecimiento de Julio Sosa, quien abandonó esta vida a los 38 años tras un accidente automovilístico en la ciudad de Buenos Aires cuando, después de una actuación, se dirigía a un carrito de la Costanera donde disfrutaba cenar. El adiós de Sosa no pasó desapercibido por su radiante juventud, por el esplendor vigente de su carrera y, fundamentalmente, porque representaba la resistencia del tango frente a la nueva ola que avanzaba imparable en el consumo popular.
A Sosa no le fueron regaladas ninguna de esas tres características. Abandonó esta vida con una juventud que en realidad no condecía con la alegría que generalmente acompaña esos años felices: tras tres matrimonios podría asegurarse que seguía sin encontrar paz para su corazón; la dama que lo desvelaba (su hija) estaba muy lejos –casi inalcanzable- y sus amores seguían siendo, incondicionalmente, su madre y su hermana.
Julio Sosa fue suceso en su tiempo y es inolvidable entre los amantes del tango y la música popular porque no sólo fue un gran cantor y decidor del tango sino que fue un actor nato, un “canchero” encantador, un hombre de porte imponente y enorme carisma. Sosa tomó del inigualable Carlos Gardel aquellas cosas que supo apreciar como plausibles de adoptar pero a su vez creó su estilo, su fraseo, su impronta, que siguen siendo inconfundibles.
Finalmente, la importancia de la aparición de Sosa en la escena porteña y mediática (de la que fue testigo el país entero) fue fundamental para retrasar la etapa de sumisión del tango en un aletargamiento que aún hoy costará generaciones revertir.
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